Vamos a ver si aclaramos las cosas de una vez:
Si yo empujo a alguien, le empujo hacia delante, de acuerdo.
Y si yo tiro a alguien por la ventana, tiro un papel a la papelera, o me tiro al metro, también eso implica un movimiento hacia delante, ¿verdad?
¿Qué función tienen, entonces, esos carteles de "TIRAR" y "EMPUJAR" que hay en las puertas? ¿Acaso no están diciendo lo mismo?
¿Se supone que aclaran algo?
A mí desde luego, no. Ni a mí, ni a todos los que (y no somos pocos, por cierto) diariamente nos quedamos atascados en las puertas de bancos, oficinas, bares, etc., moviéndonos nerviosamente de atrás a delante.
Nosotros -los que razonamos las cosas con lógica, quiero decir- cuando pone "EMPUJAR", empujamos, y cuando pone "TIRAR", obviamente empujamos también; es decir, que tiramos.
Y así, debido a este error que muy pocos nos atrevemos a denunciar públicamente, día tras día, puerta tras puerta, perdemos segundos valiosísimos; segundos que seguro que sumados, restan días e incluso meses a nuestra vida.
Nuestro drama no acaba aquí, sino que además nos vemos obligados a soportar estoicamente el pitorreo de gente con una capacidad de razonamiento claramente inferior, que se cree en posesión de la verdad sólo por ser mayoría.
Pero llegará el día en el que se enmendará el error y los "TIRAR" se sustituirán por "TIRAR DE" (reconozco que "TIRE DE LA PUERTA HACIA USTED" sería excesivo), cuando por fin triunfará la razón unida a la sintaxis, y entonces, sólo entonces, admitiré comentarios jocosos si me quedo sin saber qué hacer ante una puerta.
Pero hasta que llegue ese momento, no quiero oír ni mu.
Hombre ya.